domingo, 28 de septiembre de 2014

Apaguemos las luces y encendamos el espacio a punta de sonrisas.

Te voy convirtiendo en mi casita del árbol, esa a la que llevo a mi niña interior, la siento, le cuento historias, le hablo del amor que algún día va a sentir, le acaricio el corazón. Se ve tan frágil allí adentro ¿alcanzas a notarlo? siento que cualquier golpe la puede derrumbar. La llevo a ti, hago que se siente en una de las banquitas que he dejado en el lado izquierdo  y me vuelvo a ir. Te voy convirtiendo en su escondite favorito, en su lugar secreto, ese al cual cuenta las horas para poder estar pero deja de contarlas cuando llega a el.
Ahora ya lo eres, eres su casita del árbol, su escondite favorito, su lugar secreto y ella... mi mejor versión, lo que pude rescatar. Ya lo eres y no sabes lo feliz que soy, tú me haces feliz, tener un lugar así me hace feliz.

Laura Fuentes. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

Venga, intentemos ponerle un nombre a ver como nos queda.

¿Por qué tendré la costumbre de ir dejando el corazón donde no se debe, donde no se puede? debería entender que los imposibles son eso, imposibles, por la razón que sea, pero imposibles. 
Con él me pasa algo y es que, todo esto que estoy sintiendo ni siquiera es culpa suya sino de mis criterios mal fundamentados pero sabrosones, y qué contradictorio! Así es todo esto, como que quiero pero no se puede, pero no me importa, pero no se debe, pero ya es muy tarde, pero a quien le importa, y quiero llenar esto de comas y de excusas porque no planeo acabarlo.

lf

domingo, 14 de septiembre de 2014

No era tan fuerte como pensaba amor, has llegado a desarmarme en partesitas tan pequeñas que termino perdiéndolas por ahí, el otro día encontré una donde me dijiste por segunda vez que me querías, que me esperarías dos lunas enteras y quizás seis amaneceres más, pero tengo miedo amor, tengo miedo de no volver a ser yo si no logro encontrarme enterita, porque no he estado completa desde el día en que te vi por primera vez, desde el día en que comprendí lo mucho que te quería y lo poquito que me dolía aceptarlo. Pero no quiero decírtelo amor, no quiero ni plasmarlo en estas difuminadas letras que nunca tienen sentido. ¿Lo comprendes amor? Porque te estoy esperando y llegas, y no se si este preparada para aceptarlo, no se si este preparada para entender que me escogiste a mi y quizás esa no sea yo, no se si este preparada para comprender que desarmada luce igual que estar rota.

Dibi