Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
viernes, 29 de junio de 2012
Así me entretengo. Voy repasando objetos como si ellos pudieran decirme algo, como si fueran a darme un consejo o una bofetada. Miro los posters de las paredes, el escritorio, las estanterías con todas esas cajas apiladas encima de ellas, el suelo lleno de vaqueros y camisetas tiradas, de zapatos que no uso, ¿qué demonios hará un paquete de galletas abierto en el cesto de la ropa sucia?.
Y eso hago, como decía: fumando. Con esa aspereza de a quien le cuesta afeitarse más de una vez cada dos semanas, distante y callado como un francotirador sin objetivos. Esperando. Que el vacío tome forma y haga ruido como la angustia, que chirríe un crepitar de deseos muertos en nuestros oídos, que las migas reconozcan su moho de camino de vuelta a la desesperada. Que los pétalos marchiten la escarcha hasta perderse como un hielo en alcohol, que el verano prohíba las minifaldas, que no exista el brillo después de tus ojos, que hasta la luz se pudra, y se apague de nostalgias el sol. Que no haya nada más allá de la puerta cerrada de la habitación, que se llenen de frío la cama, el whisky, los cigarros, que la carcoma termine con el delirio alcohólico de las esperanzas, que se rompan las ventanas o que los pájaros se mueran sin ti.
Tayler Durden
Tayler Durden
Algo regamos mal, porque por dentro nos crecieron candados de llaves ajenas. Silencios que en su estado avanzado de putrefacción no eran nada más que eso: silencios. Como un enorme desierto de arena y de nada, como montañas inquebrantables ocultas bajo el espeso sudor de una niebla. El vacío también es un sentimiento. Así que cuando vi tus ojos llenos de lágrimas dejé de creer en los oasis. Llegados a un ahora que no lo parece, disfrazados de distancia como en común acuerdo, con esa belleza que tienen las fotos en blanco y negro de siglos pasados, nos miramos consumiéndonos el uno al otro con un pronóstico de ceniza en cada calada. Desgastados como neumáticos viejos y asumidos como el imposible amanecer de un sueño al que se da por perdido, sin poder dirigir la osadía ni encontrarle a la valentía un timón, rotos como unos vaqueros o como una mirada que empieza a recoger los cristales del espejo interior que gotean crucigramas de adioses que van bajando por nuestras mejillas. Se cayó la bandeja de plata y con ella la bebida, mi amor.
Llegados a este aquí tan distante, a esta rutina de esquelas que es la tristeza en cada palabra, vulgares en los gestos y hábiles en los amaños, con las trampas colocadas alrededor nuestro por si alguno quisiera
huir y no supiera. Creo que no me preocupa tanto el hacernos daño, como que estemos en ese punto en que seamos incapaces de hacérnoslo. Apagados, como la leña después del fuego, soplamos la ceniza que queda en nosotros resignándonos a limpiar al menos lo que ya no arde. Porque cuando se nos hizo tarde todavía no éramos viejos pero ya no había vaho en nuestros suspiros, parecía invierno y con un beso volvimos cada uno a ese frío del tu a lo tuyo y yo a lo mío.
Tayler Durden
Tayler Durden
jueves, 28 de junio de 2012
"Ha llegado la hora. Tenemos versos de sobra para haceros sangrar, reír, temblar. Sudamos cuando escribimos y aunque nos cierren la boca seguiréis escuchando nuestros gritos. Somos los que saltan la valla del metro para gastarnos el euro tomándonos una caña, los que llenamos las paredes y los cuadernos de historia con poesías improvisadas por no escuchar al profesor. Nos encanta mirar por la ventana. Estamos detrás de las papeleras, en las plazas llenas de botellón y noche, en los bares que cierran pero no cierran, en los callejones que prescinden de salida, en las puertas de las cocheras, en locutorios infiltrados, en oficinas, en tiendas. Estamos en ese beso que se dieron esos que estaban enamorados, en la barra de aquel bar donde una mano se quitó un anillo y sólo dijo “nunca más”, estamos en ese velero que se equivocó de mar y terminó navegando en el desierto. Por eso lograremos algo. Dieron por muerta la poesía y crecimos entre las ruinas y el asfalto. Nos hemos educado al revés porque a derechas era aburrido. Sabemos vomitar. No fingimos los orgasmos. Los tejados y el cielo son sitios parecidos que nos resguardan los maullidos de noche. La luna es una dama que nunca nos cobra por el servicio (gracias guapa, te queremos). Sabemos de constelaciones, de zapatos viejos, de camas ruidosas, de coches de tercera mano. Sabemos que 2 y 2 nunca será igual a 5. A veces lloramos. Y a veces reímos. Algunas palabras las pronunciamos con mucho cuidado – amor, libertad, esperanza… - . El resto es un reto de lengua deslenguada y de ocasión, porque hemos venido a cambiaros la mirada, a sacaros una sonrisa, a tocaros el corazón. Estamos aquí para limar en algo la vida diaria, para poner algunas cositas en su sitio, para firmar este escrito con claro signo de pro-vocación. Y la luna, que esta noche nos fía una vez más."
Tayler Durden
Tayler Durden
miércoles, 27 de junio de 2012
Despertamos juntos sabiendo que sería el último día; la distancia y el dolor reprimirían nuestro deseo. Luego nos despedimos sin mayor dolor, un beso que ya no queda en la memoria: los labios que me habían visto enloquecer con sus jugueteos ¡Nunca más! Y así terminó lo que inició con estrellas, mar y noche. O al menos eso dijo ella. La inocencia permeaba sus miradas. Ella nunca quiso enamorarse; él no ofrecía escapatoria. Su voz era un seductor recorrido por senderos jugosos, coloridos y desconocidos. Sus palabras simulaban nubes de ternura con diluvios de tranquilidad en campos de amapolas. Nubes rosas. Eso sentían. Mucho tiempo pasó hasta que se encontraron. Ahora sus palabras estaban impregnadas de saliva; ambos confesaban con susurros, se miraban con sus manos, cada tacto como una explosión de sinsabores de un agridulce espeso y achocolatado. Ella desconfió, buscó nuevos recorridos. Luego volvió. Él la recibió, tampoco quiso divagar por rumbos diferentes. Juntos creyeron que eternizarían un sueño. Acto malvado el de las manecillas del reloj; recorren el camino vicioso acumulando segundo tras segundo con la indiferente prepotencia de quien se sabe impenetrable e inderrotable. Burlón mira un pasado que prometía tiempo, un cuento que omitía fin. Ellos cargaron con el mundo en la espalda un par de veces; ilusos creían que lo sostendrían. Sus cuerpos se juraban el universo, la magia de la fantasía, lo efímero del tiempo; la verdad absoluta. El peso de lo imposible agrietaba sus huesos, diluía sus esfuerzos. Ella vivía perdida en vacíos infinitos mitigados con partículas de sal. Ninguno lo entendía: la culpa, fiel antagonista irrisoria se descargaba sin piedad. Él se había perdido en seductores ramajes y todos, como en una comedia siniestra, disfrutaban el hedor. El viento jamás arrasará con su dolor. El hipnótico mundo del ensueño terminó: nuevas historias quieren contarse. El tiempo vuelve a mirar burlón el final de una obra inimaginable. Ahora no se hablan, no se miran, no se escuchan, no se sienten, no se odian. Es la obra macabra de un silencio sepulcral. Un amargo se rehúsa a eliminar su sabor. Es el amargo de un café negro después de un sexo inconfundible entre miradas imborrables, murmullos armónicos, voces grotescas, caricias violentas, gotas de un sudor elocuente; fluidos de una esencia demente…. Y juntos sabían el dolor de un amor demente.
Ana Botero
Así estaba cuando vio al marido levantarse, con los ojos fijos, como un sonámbulo, dirigiéndose a la cama de la chica de las gafas oscuras. No hizo un gesto para detenerlo. De pie, sin moverse, vio cómo él levantaba la manta y se acostaba después junto a ella, cómo la chica despertó y lo recibió sin protestas, cómo las dos bocas se buscaron y se encontraron, y después lo que tenía que pasar pasó, el placer del uno, el placer del otro, el placer de ambos, los murmullos sofocados. Ella dijo: Doctor, y esta palabra podía haber sido ridícula y no lo fue. Él dijo: Perdón, no sé que me ha pasado. Realmente teníamos razón, cómo podríamos nosotros, que apenas vemos, saber lo que ni él sabe. Acostados en el catre estrecho, no podían imaginar que estaban siendo observados, el médico seguro que sí, súbitamente inquieto. Estaría durmiendo la mujer, se preguntó, andará por los corredores como todas las noches. Hizo un movimiento para volver a su cama, pero una voz dijo: No te levantes, y una mano se posó en su pecho con la levedad de un pájaro. Iba él a hablar, quizá a repetir que no sabía lo que le había ocurrido, pero la voz dijo: Lo comprenderé mejor si no dices nada. La chica de las gafas oscuras empezó a llorar: Qué desgraciados somos, murmuraba. Y después: También yo quise, también quise, el doctor no tiene la culpa. Calla, dijo suavemente la mujer del médico, callémonos todos. Hay ocasiones en las que de nada sirven las palabras, ojalá pudiera llorar yo también, decirlo todo con lágrimas, no tener que hablar para ser entendida. Se sentó al borde de la cama, tendió el brazo por encima de los dos cuerpos, como para ceñirlos en el mismo abrazo, e inclinándose hacia la chica de las gafas oscuras murmuró muy bajo en su oído: Yo veo.
José Saramago.
Y quizás te encuentre al final de mi camino, con cada letra a punto de terminar tanto rumbo inexistente, con pequeñas partes sin dueño luchando por encontrarse, con grietas que se cierran sin dejar cicatriz alguna, con millones de abrazos que gritan no me sueltes.
No permitas que ese profundo vació llegue hacia nosotros y se oscurezca alla afuera dejándonos fríos, que las despedidas ya no sean nuestros comienzos, que cada beso que mandamos no llegue a tiempo; deja que todas las noches te encuentre construyendo un idioma que solo nosotros podamos entender, que cada sonrisa combine con lo que sentimos, que me rodee de este espacio tranquilo donde tu mirada me revela lo que somos y cuanto he llegado a quererte.
Sigue regalandome ese color que tanto me gusta, y nunca olvides que no puedes irte de mi mano.
Dibi
viernes, 22 de junio de 2012
jueves, 21 de junio de 2012
Miedos literarios no tengo ninguno. Siempre he sabido muy bien lo que quiero hacer y me levanto y lo hago. Me levanto por la mañana y a las siete y ocho estoy escribiendo. Ya tengo mis notas y ya empiezo. Así que entre mis libros, mi mujer, mis amigos y mis amores, ya tengo bastantes razones para seguir viviendo.
Carlos Fuentes
miércoles, 20 de junio de 2012
Tantos días iguales que de momento han desaparecido porque te encuentras aquí, con tu aroma en mi cabello, con la sombra de tu mano haciéndome compañía, con un otoño juntos muy próximo a descubrir, con mis ojos sin miedo a ser cerrados, con sonrisas que me hacen soñar despierta y me permiten conocerte un poco mas, haciéndote inevitable en mi camino e ignorando que podría existir un final, con cada mentira del pasado siendo cubierta por tus abrazos, por cada parte de ti que me es permitida tocar.. No te dejare, no ahora, ni mañana, nunca.
Dibi
lunes, 18 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
sábado, 16 de junio de 2012

No sé cómo empezó esta cosa extraña de las calles. No sé. Pasaron muchas cosas, pasaron las navidades, pasaron los regalitos envueltos en papel verde y rojo, pasaron los helados de vainilla, los parques y de pronto quedé en frente del vacío. El tiempo que estaba envuelto en papel de regalo se había ido a otra parte. Entonces los días empezaron a ser diferentes. Me empecé a sentir así, como en un asfalto. La vida se convirtió en eso, en el ruido de una vitrina que estallaba por un disparo y entonces los pulmones y los ojos y la geografía de mis manos se me llenaron de pólvora, me levantaba en las mañanas, inspeccionaba mi espectro difuso en el cristal y sentía como si me fueran a arrestar y tal vez la única opción que me quedaba era salir corriendo hacia la nada, correr por las calles, romperme, desconectarme, no había caso.
Rafael Chaparro
jueves, 14 de junio de 2012
En aquellas palabras que en su interior llevan mas que un solo significado se encuentra la manifestacion y el cariño para ese angel, que cada dia me ilumina con una sonrisa, ese angel que pone en descubierto mis defectos, ese angel que tiene un corazon aun mas transparente que el agua y mas puro que el viento...
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miércoles, 13 de junio de 2012
Esa luz sublime e intensa que alumbra en la oscuridad y en el silencio de la noche, que guarda secretos y miles de sonrisas que son provocadas por solo un motivo, una rosa. Una hermosa rosa que toca lo mas profundo de mi alma, que con solo su presencia me deja sin palabras y cuida mis pasos y mis sueños, esa rosa que no se marchita... tú.
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martes, 12 de junio de 2012
lunes, 11 de junio de 2012
La nostalgia siempre será llenarme los pulmones de agua, un mar dentro en calma. La nostalgia será siempre encontrarte con la boca llena de sal, a la orilla, en la deriva de ese tu nombre, de ese tu cuerpo, de ese tu cuerpo en eco, porque las palabras me han abandonado e insisten en mostrarme que la nostalgia es eso: tu cuerpo, tu mar, los pulmones llenos de agua y tu boca de sal.
domingo, 10 de junio de 2012
No podía decirle lo que ella hubiera entendido como locura o manía y que lo era pero de otro modo, desde otras orillas de la vida; le hablé de su mechón de pelo, de su bolso rojo, de su manera de mirar el anuncio de las termas, de que no le había sonreído por donjuanismo ni aburrimiento sino para darle una flor que no tenía, el signo de que me gustaba, de que me hacía bien.
Julio Cortazár.
En algún momento había empezado a sentir, a decidir que un vidrio de ventanilla en el metro podía traerme la respuesta, el encuentro con una felicidad, precisamente aquí donde todo ocurre bajo el signo de la más implacable ruptura, dentro de un tiempo bajo tierra que un trayecto entre estaciones dibuja y limita así, inapelablemente abajo.
Hueles a nosotros.
Y descubrir que hay tanto cariño guardado en una mano, en una sonrisa, en una mirada que te guarda de un mundo cruel y despiadado, que reclaman partes de ti que has privado, que aun no han sido descubiertas, que es mejor no conocer, que solo te piden un poco del color que posees.. Tanto calor abrumador en gestos, en abrazos, en palabras. Lugares que estan ya marcados en lo mas profundo que tengo, y que si intento olvidarlos, estoy segura que me perseguiran hasta entender que no podre vivir sin ellos, que me hacen ser la persona que soy ahora, que me hacen escribirle a tan oscuras horas de la noche.
Dibi
sábado, 9 de junio de 2012
viernes, 8 de junio de 2012
A la luz de tus ojos ya no le crece mi sombra…
Y aun así habré de llegar a la conclusión de que no hay un ser más culpable que yo, ni lo habrá, sobre la tierra. Y empiezo a pedir así: Por las cosas que siento y por aquellas que odio sentir, por mi mala cabeza, porque ella no dejará de reír, por las lunas nuevas, por las cosas revueltas que dan vueltas dentro de mí, por seis años de penas y por cosas que ni tan siquiera me atrevo a decir. Perdón por mis pies siempre fríos, por la noche pasada, y por la otra, y por aquella también. Perdón por el Gran Sinsentido, por querer comprenderlo y, sobretodo, por no comprender … Perdón.
Nacho Vegas.
jueves, 7 de junio de 2012
miércoles, 6 de junio de 2012
Y ahora solo espero el dulce aroma de la noche, me recuerda que estamos juntos, que por una inexplicable razón del destino estamos ahora tu y yo, reconociéndonos, encontrando tanta soledad esparcida que podría estar agotándose, tu sonrisa no deja mi mente en todo el día, tu mirada me recorre todo el cuerpo y produce escalofríos emocionantes que me recuerda cuan viva me siento ahora. La luna es nuestra testigo, de tantas palabras que provocan una alegría inimaginable, de tantos sueños que podrían convertirse en uno solo, de cada duda que se evapora cada vez que te oigo decir mi nombre, de nosotros formando un quizás, un tal vez, un para siempre.
Dibi
martes, 5 de junio de 2012
lunes, 4 de junio de 2012
Son tiempos difíciles. El sol entra por las ventanas y se posa en los libros, se filtra por entre el humo azul del cigarrillo y nada de esto evita que los tiempos sigan oliendo tan difícil. Tal vez un café con crema ayude a diluirlo, pero sucede todo lo contrario. No hay azúcar. No hay duda..
Rafael Chaparro, Opio en las nubes.
...Entonces escribir se convirtió en ver la hoja en blanco como una vena pulsante donde inyectábamos la heroína de las palabras. Escribir produce mareo, vértigo. Escribir es meterse en la botella rota de los significados, escribir es algo parecido a recibir un botellazo de whisky en la cabeza, produce el mismo aturdimiento lúcido.
Rafael Chaparro, Opio en las nubes.
Por las veces que pude llamarte y no lo hice, por la ternura de tus cartas que no merecí: lloro el viento, ubico la luna en el lugar más tibio de mis ojos, robo las margaritas del barrio y las guardo en una caja de zapatos color gris, tapa rota con figuritas, primeros dientes, crayones mordidos, para que la infancia no se me olvide.
Victor Damián Cuello.
Esta calle no es una calle, y menos la calle de tu casa, esta calle sos vos amor, sos vos, otra forma tuya de ser, otra manera de existir, mirarla es descubrirte, recorrerla despacio es darte una caricia, porque esta calle no es una calle, y menos la calle de tu casa, esta calle sos vos, esta calle sos vos.
Victor Damián Cuello.
domingo, 3 de junio de 2012
Ni imagino la mitad de vida que me queda sin ti, sin las promesas que pintamos en el cielo, la única promesa de tres que me haría feliz en la vida.
Eso que nos junto alguna vez aún existe, es más fuerte, cada vez mas fuerte. Eso que nos unió una vez ahora se junta con el pasado que nada ni nadie nos puede arrebatar porque es sólo nuestro, y es lo que mas amo, es lo que quiero amar ahora y siempre, lo necesito y necesito mas que todo pensar en mi futuro, pero en mi futuro contigo. Necesito que no olvides nunca lo que nos trajo hasta acá ni lo que nos llevará hasta donde tu y yo queramos ir.
Este es, y será nuestro secreto siempre, esta será nuestra aventura transformada en letras.
¿Viste el cielo anoche? Esas eran, son y serán nuestras estrellas.
Pd: Te amo aún a 3msc.
Lf
Eso que nos junto alguna vez aún existe, es más fuerte, cada vez mas fuerte. Eso que nos unió una vez ahora se junta con el pasado que nada ni nadie nos puede arrebatar porque es sólo nuestro, y es lo que mas amo, es lo que quiero amar ahora y siempre, lo necesito y necesito mas que todo pensar en mi futuro, pero en mi futuro contigo. Necesito que no olvides nunca lo que nos trajo hasta acá ni lo que nos llevará hasta donde tu y yo queramos ir.
Este es, y será nuestro secreto siempre, esta será nuestra aventura transformada en letras.
¿Viste el cielo anoche? Esas eran, son y serán nuestras estrellas.
Pd: Te amo aún a 3msc.
Lf
sábado, 2 de junio de 2012
No te preocupes, mis manos aun quieren abrazarte, aun quieren recordarte que puedo sostenerte si decides permitirlo, aun tienen ese sentido de urgencia al ver en tus ojos tanto dolor escondido. Sabes que las huellas de nuestro pasado no nos dejaran libres sin antes saber que sirvieron para unirnos, sabes que todavía existe la promesa inexistente de no mantenernos en el olvido, no dejes que esos fantasmas nos purguen nuestro pequeño escondite. No pienses en un futuro sin mi a tu lado, la oscuridad entre nosotras solo existe cuando lo permitimos, cuando tanta inestabilidad es la que rige en nuestras vidas. Te quiero a mi alrededor así sea con tu pensamiento, y deseo, con toda mi alma, que puedas ser feliz.
Dibi
viernes, 1 de junio de 2012
Extrañaba todo, sus historias, sus palabras, su compañía y mas que nada, extrañaba que fuera ella, esa mujer que por tantos años había permanecido de mi mano.
Ahora la sentía distante, fría y algo decepcionada, y eso, era lo que mas me golpeaba el alma. Eso y su silencio.
No quería arriesgarme a escribirle, no directamente. Sentía desde ya sus rechazos, sentía desde ya que leería y no querría ni siquiera responderlo.
Hoy no está conmigo, no se por cuanto tiempo seguirá ausente. Pero más que nada, si pudiera, le diría lo mucho que mi alma la necesita, lo mucho que mi alma la extraña y lo mucho que deseo que sea siempre solo ella quien siga complementando lo que por desgracia jamás lograré tener, que sólo ella tiene... porque ella, es la perfección completa, mi perfección, una parte de mi ser, inclusive, la mejor parte.
H;Orange.
Ahora la sentía distante, fría y algo decepcionada, y eso, era lo que mas me golpeaba el alma. Eso y su silencio.
No quería arriesgarme a escribirle, no directamente. Sentía desde ya sus rechazos, sentía desde ya que leería y no querría ni siquiera responderlo.
Hoy no está conmigo, no se por cuanto tiempo seguirá ausente. Pero más que nada, si pudiera, le diría lo mucho que mi alma la necesita, lo mucho que mi alma la extraña y lo mucho que deseo que sea siempre solo ella quien siga complementando lo que por desgracia jamás lograré tener, que sólo ella tiene... porque ella, es la perfección completa, mi perfección, una parte de mi ser, inclusive, la mejor parte.
H;Orange.
Allá estás, y yo no sé qué pasa allá. Pero sé que allá nadie está llorando, y nadie recuerda nada que duela. Algo se está muriendo, pero no importa porque ya estaba previsto. Desde allá, desde el olvido, todo se ve tan… incógnito. No sé qué valor tiene el tiempo ahora. No sé qué valor tengo yo ahora. La eternidad del día de ayer es el dolor del día de hoy.
J. Porcupine
Yo soy mío, tú eres tuya, pero tú y yo somos de nosotros.
En medio de una lluvia fría, bajo algún techo y cerca de cualquier llama… Nada sería mejor que un abrazo tuyo.
Acompáñame a estar solo, a purgarme los fantasmas.
Simplemente no puedo, este yo no puede incinerarse y nacer una nueva en medio de segundos, no me pidas cosas que deseo pero no logro cumplirlas, estas lejana, lo sé... pero aveces, en medio de ese despertar ingenuo, te siento, y solo así, logro sobrellevar mis días en un caminar con poca luz, nada de anestesia y muchos sueños esperando por cumplirse, así sean unas pequeñas partes.
Te añoro desde los fragmentos que se encuentran en todos mis sentidos y deseo, que en un día como estos, por fin te des cuenta que tanta ausencia no te sienta bien.
Dibi
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