martes, 13 de marzo de 2012

-Detente! quédate o llévame contigo...

¿Existió alguna vez algo que golpeara mi corazón como lo hicieron sus palabras? Eso, aun no lo recuerdo. 
Sólo se que tenía en mi cara un desfile interminable de lágrimas que por nada del mundo quería parar. Estaban empeñadas en recorrer mis mejillas mientras el se despedía sin saber por que lo hacía.
-Detente!, quédate o llévame contigo- fue lo único que mis labios, con voz entrecortada, le pudieron pronunciar. No dejaba de mirarlo, deseaba con todo el alma que al menos asintiera con su cabeza, era lo menos que esperaba. No encontraba razón alguna, necesitaba una explicación.
Tardo el tiempo suficiente como para alterar todo de mi, y levantó su mirada, tomó aire, escondió sus ojos empañados y se  limitó a caminar sin decirme nada. A caminar en el sentido contrario de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario