viernes, 27 de diciembre de 2013

Dana me odia, lo siento en sus palabras frías y distantes, ella no me perdona nunca el hecho de que sea intermitente. Nadie sabe lo mucho que la quiero, ni ella misma lo sabrá nunca, y es que tengo una manera tan particular de demostrarle cuán importante es ella. 

No me odies Dana, no me odies nunca que para estas fechas lo que mas quisiera sería pasar una tarde juntas, o dos, o todas, y contarte aquellas cosas que mi intermitencia te ha hecho ignorar. No me odies, tu y yo sabemos que siempre tendrás algo de mi y yo de ti, y de ese algo no me desprenderé jamás.

Lf
¿Quieres saber qué pasó con mi promesa? ahí está, aún la tengo y la tendré siempre, es lo único que pude rescatar de tu partida. ¿Sabes? no quería que te fueras, sin embargo... ahí está, la tengo y la abrazo en cada noche de tormenta, como aquella, como ésta , que aunque el cielo no se esté desmoronando , en mi interior se siente como si los rayos no dejasen de caer jamás.

Lf

lunes, 16 de diciembre de 2013

"Cuando el mundo es frío y la tormenta gime tan lastimosamente, yo estoy segura de un dulce refugio, uno que me ampara de la tormenta: la poesía."

¿Quieres mi alma? Ya casi no me queda nada. He dejado un poco de ella en cada persona que he conocido, en cada lugar que he caminado, en cada historia que he vivido. También he dejado pedazos en algunos libros que siempre estoy leyendo en mi mente. Tal vez podrías empezar a buscarla en ellos.

"Un día, ya no se sabe cuándo ni cómo, en uno de esos encuentros, entre las sábanas revueltas de un hotel, él dijo que la quería. Lo dijo con esa voz adormecida que a ella le gustaba tanto (y que la hacía pensar en cigarrillos, aunque ninguno de los dos fumara, y en café, aunque ninguno de los dos tomara café), y sopesó esas palabras sintiendo pánico y felicidad, pánico y triunfo: pánico. Y dijo (porque hay un momento para decir esas cosas, y ese momento es siempre un momento frágil, pasajero) que ella también lo quería, y se sintió sincera pero irresponsable, la protagonista de una película absurda. Ese día ella lloró abrazada a él, pero él no lloró, y entonces ella ya no volvió a llorar. Así es como, a veces, se dirimen las cosas."

sábado, 14 de diciembre de 2013

Aun me encuentro yendo al pasado, tu sabes, una chica como yo no puede dejarlo pasar (sabes que odio que el polvo se entrometa en mis asuntos) y es entonces cuando mi boca prueba la sal y un poco de lo que se le podía llamar felicidad, mi cabeza de repente se encuentra en ese punto tuyo que tanto amaba y mi vista se nubla de amarillo, y puedo recordar lo que era que estuvieras aquí.

Dibi