martes, 12 de marzo de 2013

Si había una cosa que estaba aprendiendo de todo aquello, era lo fácil que resultaba perder lo que uno había creído que tenia para siempre.

Y estaba convencido en la soledad de su alma de haber amado en silencio mucho más que nadie jamás en este mundo.

‎Y nada tenía de malo, y nada tenía de raro, que se me hubiera roto el corazón, de tanto usarlo.

No me pregunten quién soy ni me pidan que siga siendo el mismo.

Yo no soy buena compañía; hablar no me sirve para nada. No quiero intercambiar ideas, ni almas. Soy un bloque de piedra que se basta a sí mismo. Quiero quedarme dentro de ese bloque, sin que nadie me moleste. Soy así desde siempre.

Ya sospechaba, de niño, que ponerle nombre a una cosa era apropiármela. No bastaba eso, necesité siempre cambiar periódicamente los nombres de quienes me rodeaban, porque así rechazaba el conformismo, la lenta sustitución de un ser por un nombre.

¿HASTA CUÁNDO TE TENDRÉ A TI DEFINITIVAMENTE? ¿HASTA CUÁNDO DEJARÁS DE SER IMPROBABILIDAD, AFÁN Y PERSPECTIVA? YO ME CANSO YA DE ESCRIBIR: YO DESESPERO; YO QUIERO HABLAR. TE ME ESTÁS HACIENDO SUEÑO, LEJANÍA, IRREALIDAD.

viernes, 1 de marzo de 2013

Vamos a dejarlo atrás y empecemos de nuevo. Tú ya sabes mi nombre y te quiero conocer. Otra vez.

Como sucede siempre, pensábamos entonces que estábamos muy lejos de ser felices y ahora pensamos lo contrario. Es la trampa de la nostalgia, que quita de su lugar a los momentos amargos y los pinta de otro color. Y los vuelve a poner donde ya no duelen.

Me he preguntado hoy si tú entendías la media luz, si hallaste el todo.

"No es tristeza precisamente
es un no querer caminar en las mañanas
ni esperar el ascensor todos los días
camino al trabajo
es no decir ni una sola verdad mientras escribo para que otros lean
porque no quiero escribir mi propia historia
para no aburrirlos con cosas del pasado
que ya a nadie le importan y para qué sacarlas al tendedero
Hay que intentar ahogarlas
como Frida nos enseñara entre tequila y tequila
no soltar el mundo hasta no olvidar
todo eso que no sé nombrar
porque es invisible pero pesado
porque no aprendió nunca a estar quieto
como esas sombras de las que uno nunca logra despedirse
o lo amores de una noche
que cualquier día por la tarde
vuelven a las facilidades de un te quiero
todo eso
parecido a la nostalgia de un avión que regresa
y a los lunes después del amor
no es tristeza
no lo es
pero se parece."
Letras en desorden

¿Cuándo vas a venir? Tengo una prisa por jugar a nada, por decirte: «mi vida» y que los truenos nos humillen y las naranjas palidezcan en tu mano.

¡Qué trastorno hace aquí si te recuerdo!

Me he preguntado hoy si tú entendías la media luz, si hallaste el todo.

Sé que el amor no existe y sé también que te amo.