jueves, 8 de marzo de 2012

De nuevo me sentí helada por la sensación de lo irreparable. Y comprendí que no soportaría la idea de no oír nunca más su risa. Era para mí, como una fuente en el desierto.

Y tu me sonríes, me tiendes la mano, me besas la mejilla, dices mi nombre completo, fumas sin parar, coqueteas con ella, me regalas un chocolate, te tengo junto a mi, ¿y si nuestros hombros se tocan?, lo que toco es tu pie, me acerco a ti, respiro tu aroma, te resuelvo los problemas, te acuerdas de este día, no puedo dejar de verte, adoro tus pecas, sigo notando el rojo de tus labios, me haces reír, te veo caminar, te busco en cada cara, no dejo de pensar en el sonido que haces al reír, no recuerdo el color de tus ojos, no creo el haberte mirado a los ojos por mucho tiempo, deseo verte de nuevo, me gusta esa cara de preocupación, aun así sigues sonriendo, aun así sigues caminando, aun así te alejas, aun así falto el adiós..
Dibi

No hay comentarios:

Publicar un comentario