lunes, 30 de abril de 2012

Ella se pasó la vida buscando su atmósfera ideal para crear. Yo siempre creí que eran sus baños postestreno, hasta que un día en un avión me dijo: -Creo que mi olor de creación es la mezcla de tu respiración junto con la mía.- Entonces respiró fuertemente y me indicó que yo también lo hiciera. Exhalamos e inspiramos dos o tres veces-. Ya vienen las ideas…- dijo mientras me sonreía. Me sentí halagado y a la vez avergonzado. No volví a hablar en aquel avión. Casi intenté no respirar y fue un viaje largo de ocho horas entre Montreal y Barcelona. A veces es difícil aceptar que te digan algo tan bonito.

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