Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
lunes, 23 de abril de 2012
Y por un fugaz instante, por una levísima pizca de tiempo que flotó en el aire como las luciérnagas en un cielo de verano, se preguntó si había vuelto a enamorarse.
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