Tu pelo disfraza mi mano, que intenta ser la nueva piel de tu piel, recorriendo cada rincón en busca de un vacío para poder cubrir como parte de tu cuerpo. Tu cuerpo danza con la luna, sobre el cielo en un inmenso desfile de estrellas, detrás de ellas, la soledad, la nada, la eternidad y ahí estamos tú y yo desenvolviéndonos en la intimidad. Saboreo con dulzura la piel que intenta ocultarse en la curva que sostiene las entrañas de tu boca. Me pierdo, y tú vuelves a encontrarme acariciándote a escondidas. El deseo se convierte en locura por tenerte. El placer vehemente se hace con nosotros, al sentir la fuerza de tu respiración, la temperatura de tu aliento en mi rostro. Estamos solos, tendidos desnudos envueltos en cintas de seda sobre miles de pétalos de flores. Y te vivo con intensidad hasta que nace el sol.
Cristian Gonzalez
Cristian Gonzalez

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