Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
viernes, 1 de junio de 2012
Cuando no exijas nada del mundo, ni de Dios, cuando no quieras nada, ni busques nada, ni esperes nada, entonces la luz te llegará sin haberla invitado, sin expectativa.
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