Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
jueves, 26 de julio de 2012
No sabes las ganas que tenía de ir como un loco bohemio y decirle “Eres la mujer de todas mis vidas” seguido por su mirada extraña y su mandada al carajo. Al menos con eso iba a ser feliz.
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