Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
domingo, 5 de agosto de 2012
Empiezo a morir cada día y no acabo de sentirme parte de la muerte, deseando ver tu cara, porque veo tu cara en todas las caras a las que acerco la boca, porque tu cara es la cara de todas las caras.
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