Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
viernes, 10 de agosto de 2012
Había oído hablar de la libertad, pero me era ajena. Y hoy, porque soy libre para irme decido quedarme. Tal vez haya vidas mejores pero esta tiene un suave perfume de atardecer y el color salobre de la brisa de mar. No le soy extraña.
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