Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
domingo, 5 de agosto de 2012
Me queda la risa con acento de banquete. Me queda un hálito de alegría. Y entre sueños muero en las entrañas de Dios. Dejo mis ensueños como muestras de haber estado tejiendo la claridad de vivir y de ser uno entre el gentío.
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