Recuerdo que me hacía sonreír, amaba esa calle. Iba en busca de ella cada vez que sentía que no iba a funcionar, o simplemente cuando quería sentirte cerca. Ya después no podía tan siquiera recordarlo, me parecía absurdo. Aunque de por sí, tu eras absurdo.
Quizá quería sentir de nuevo la frustración de una promesa, la vida que tuvimos y no tuvimos juntos. Quizá era eso, no lo se, pero aún así, frené mi moto justo en frente de esa calle, sonreí -estúpidamente- y me juré borrar la dirección de mi lista de recorridos.
lf
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