viernes, 26 de octubre de 2012


Caminé por la Avenida Blanchot y desde ese día supe que Amarilla estaba hecha de mucha oscuridad, pero al mismo tiempo de mucha luz, como si se hubiera revolcado durante miles de años en la espuma del mar, en las estrellas, en la arena, en las sombras y de pronto se me hubiera aparecido así, casi perfecta, casi diosa, casi animal.
Rafael Chaparro Madiedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario