Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
miércoles, 10 de octubre de 2012
Estás lejos, demasiado lejos. Mis manos se estiran a la nada buscando aunque sea rozarte para recordar que sos real, que no te imaginé alguna noche mientras intentaba luchar con la soledad que cada vez es más y más grande. Pero no puedo, me estoy quedando en el rincón y cada esfuerzo por ir hasta vos termina golpeando mi espalda contra la pared, como si forzara de una cinta elástica invisible. Estás lejos, o tal vez siempre estuviste lejos y esa ilusión de cercanía se produjo cuando mi corazón pensó que eras la persona que podía cambiar todo.
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