Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
viernes, 26 de octubre de 2012
Maldigo al viento por ir tan despacio, a los desconocidos por querer acercarse y a los amigos por no estar tan cerca. Me maldigo por maldito, me maldigo por alta traición al futuro, me maldigo por derrumbar el destino de otros, por arrancarle la sonrisa a otros. Me maldigo por cobarde. Maldigo a la vida por los callejones falsos, maldigo los errores, maldigo al tiempo por no regresar nunca. Maldigo la incomodidad inmensa de la vida. Me maldigo, me maldigo por maldecir en busca de salidas, me maldigo por no aceptar la culpa que me pertenece. Maldigo mucho, muchísimo.
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