Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
miércoles, 17 de octubre de 2012
Todo aquello que está pasando, está pasando dentro de este poema, al que caigo como en una escalera larguísima. Pero nada está pasando. Nada está pasando, y de pronto recuerdo que mi generación está triste, porque esa nada le está carcomiendo los hombros. Y de pronto recuerdo que no es mi generación la encargada de soñar los poemas que cambien el mundo, sino de soñar esos poemas que sean el mundo. Y de pronto recuerdo que un poema de verdad no se escribe sino que se sueña. Y de pronto recuerdo que la vida es la extensión literaria de un sueño. Y de pronto recuerdo que mi vida, y este poema, han surgido de la nada.
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