Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Como la luna que hoy se asoma y pasea por los tejares de mi casa temporal (y cuando digo mi casa, digo nuestra casa. Y cuando digo nuestra casa, digo este pequeño –gran- planeta al cuál le decimos tierra).
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