Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
martes, 6 de noviembre de 2012
Necesito tanto sumergir tu recuerdo en mis tazas de café, mis libros a medio leer y mis cigarros sin contar. Necesito estar bien, secar la sal de mis ojos y sonreír más. Pero, sobre todo, necesito olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario