Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
jueves, 15 de noviembre de 2012
Toda la inutilidad de lo que hacía aquí me subió entonces a la garganta y no tuve más que el apremiante deseo de terminar, de volver a encontrarme en mi celda y en ella el sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario