jueves, 27 de diciembre de 2012

Los días me huelen a antaño, y la esperanza de un nuevo amanecer se incrusta en mis noches, las cuales están mas que a gusto con el aire frió que se atraviesa en mis entrañas. La luna llena deja de aparecer y solo viene a mi en mis sueños de madrugada, se me da por caminar y ver sombras, las cuales ahora me parecen algo maravillosas, se me adelanta mi horario, y hasta puedo jurar que he llegado a ver lo que haré en dos días. El bullicio del trafico simplemente me enferma, las flores de regaliz dejaron de tener su significado y ahora son solo manchas rosadas que perdieron su magia, su falsa realidad. 
Leo, mucho, y siento que mis ojos ya han dejado de lado aquella tarde embrujada de estrellas, supongo que eso tiene sentido, ya que nunca existieron en realidad, muy poca gente sabe que son solo luces fugaces que se extinguen antes de que en realidad podamos verlas. Quizás esto es un sueño, quizás ya estoy despierta y escribo, quizás deje de existir y esto es solo un eco marcado de tinta, quizás nada es cierto, pero quizás todo es verdadero. Quizás la luna se esta posando y percibo la paz que transmite. Quizás mi gato maúlla y solo así puedo dormir.
Dibi

No hay comentarios:

Publicar un comentario