Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
domingo, 2 de diciembre de 2012
Pero nadie aprende a hacer poesía: sólo podemos aprender a escuchar esa voz que no se sabe si está en la mente o en el viento. Cada vez volvemos a ignorar cómo se hace el poema, cada vez tenemos que volver a aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario