viernes, 25 de enero de 2013

"Y estoy aquí, bien aferrada a mi fin del mundo, que en realidad es el borde de mi balcón pero siempre me gustó referirme como mundo a las cosas más simples, como tus ojos… tu espalda… tus dedos o tu cuello. Esos eran mis mundos favoritos, los únicos mundos a los que les escribía (.....)

No sé porqué apareciste en este momento, no fuiste el amor de mi vida, pero sí el más literario. Y no es que crea en los amoresporsiempre, qué desperdicio sería el enamorarse tan monstruosamente una sola vez. Me gusta creer que uno nunca quiere igual… que siempre se va encontrando la manera de amar más y mejor, aunque el miedo se nos vaya en ello.

Yo creo que los amores deberían medirse en los desastres que te vuelven desde la primera vez que te ven, y yo fui la peor catástrofe desde que te conocí.

Cuántas vidas dejamos atrás… nos queríamos hasta hartar, pero al final te dejaste llevar por otro desastre, uno menos intenso, uno que ya conocías y quisiste retomar. Al parecer uno no puede dejarse querer con todo el amor que da, cuestión de simetría, alguna vez me dijiste.

“Fue bonito…

Qué manera de borrar la magia con una palabra tan pobre.

…mientras duró.”

Duramos lo que quisiste que duráramos, vida, y un infinito se compone de dos.

Me arreglé para mi fin del mundo, quería verme bonita para que al menos la noche suspirara un poquito por mí.

Boca roja,

vestido turquesa 

y las ideas bien sueltas.

                  “Deberías empezar de cero, conseguirte una nueva vida”

                                                Salté…

                   Tal vez debería dejar de tomarme la vida tan literal."
Tornasol

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