Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
sábado, 11 de mayo de 2013
Confieso que soy una solitaria. Me gusta endiabladamente la soledad ¿Y saben algo? Cuando se tienen pocas personas alrededor escuchamos mucho mejor el ruido de nuestros pensamientos.
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