Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
viernes, 10 de mayo de 2013
Me he acostumbrado tanto a la melancolía que la saludo como a una vieja amiga. Me siento realmente mal, realmente triste. Entonces me levanto purificado. Aunque no haya resuelto nada. Hay algo mal en mí, además de la melancolía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario