Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
jueves, 13 de junio de 2013
Sus ojos se encuentran con los míos.
“Anna, te prometo que nunca te dejaré.”
Mi corazón se acelera en respuesta. Y
Étienne lo sabe, porque toma mi mano y
la sostiene contra su pecho, para
demostrarme lo rápido que su corazón
también está latiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario