Y de repente todos estos años tuvieron sentido, siempre fuiste tu, tantos errores y contratiempos al fin me demostraron que tenían que haber llegado a mi vida. Empiezas a cambiar de perspectiva y simplemente la felicidad toca a tu puerta, la imaginación viene corriendo a ocupar su lugar pero eso si, la locura es la primera en instalarse allí.
Ya se había convertido en rutina el dormirme en las noches sin soñar, sin creer en lo absurdo y mágico del ayer, pero volvió la luz, volvieron todos los colores, aromas, sonrisas y lo mas importante, tu mirada... Si, todo estaba allí, puedes preguntarme que atuendo usabas el día en que te conocí, bueno, mas bien el día en que te vi por primera vez, siempre lo recordare, no creo que esa chaqueta se vaya a ir de mi mente alguna vez, cuando te vi sonreírme supe que era a ti a quien le escribía todas las noches, fue como si mi cuerpo hubiera estado insensible a todo tipo de emociones y al menor atiz que proviniera de ti haya renacido, claro que de añadidura también llego el dolor, pero no importo, significo que estaba viva, viva por ti. En ese mismo instante te escogí, o mas bien mi subconsciente lo hizo, esa misma noche me tenia de recompensa un sueño majestuoso, ahí combinábamos tu y yo, y todas las diferencias que podríamos tener simplemente se esfumaron, solo quedamos nosotros, tus pecas, tu sonrisa, tu piel y yo.
Dibi
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