Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
domingo, 29 de abril de 2012
Y lloré… lloré a mares, porque comprendí que con quererte como te quería no bastaba… no ahora, ni bastaría mañana, ni pasado, ni nunca… porque siempre llegábamos a lo mismo, porque nunca era suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario