Jueves viene a saludarme con su pose canalla, con olor a alcohol y sabor a cenicero. Sonríe, me hace cosquillas, me dice guapa. Y en cinco minutos, consigue salvarme de esta noche sin retorno, sin excusas, de vino barato, que no había empezado hasta las 4 a.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario