lunes, 29 de octubre de 2012

Cuando las pruebas son solo escritas duele.
Me duele pensar que ya no voy a conocerlo. Me consuela pensar que existe en mi cabeza, que ahí va a vivir por siempre perfecto. Cuento esta historia con las pocas fuerzas que me quedan, cuento con lo poco que me queda de mi memoria.
¿Que pasa cuando conoces a alguien pero sabes que crees todo de el? Cuando en algún lugar de tu cabeza sabes que estas conectada con esa persona.
Me estaba enamorando y era una de esas veces que el amor duele. Pensaba todo el día en el: ¿que estará haciendo? ¿donde estará? ¿con quien estará hablando? Incluso visitaba los lugares en donde sabia que había estado. Tenia ganas de frecuentar su mundo.
De todas maneras, ¿de que se enamora alguien cuando se enamora? ¿te enamoras de la persona o de la imagen que te hiciste en la cabeza de esa persona? ¿te enamoras de lo que sos cuando estas con ella? ¿te enamoras de lo que sentís? Te enamoras como un idiota aunque sabes que va a terminar mal.
Dicen los que saben que no hay que confiar en nadie, ni en uno mismo. Hoy tuve el primer indicio de que no puedo confiar en mi. Y sobre todo porque yo confío en vos.
Entonces yo no soy una persona en quien confiar. ¿Es normal no confiar en uno mismo? ¿y sino que es normal?
¿Es normal amarte tanto y sin explicaciones? Con esta tristeza profunda que no termina. Eterna, siempre viva. Una melancolía inmortal hasta en los momentos de jubilo. Tristeza que no me abandona, que me ahorca, que me ahoga y todavía no me mata.
Quererte tanto hasta volverme loca, perder mi identidad para cumplir tus deseos. Llenarme de pedidos tuyos, guardar las paginas de nuestros chats, que nos dijimos, que hicimos, que me puse para encontrarme con vos. 
Rogando que vuelva la tristeza: quiero por lo menos sentir algo. Y algo incluye dolor. Peor que sentirse mal es no sentirse.
Y ya no siento.
Yo que se si estoy desperdiciando mi única oportunidad de ser verdaderamente feliz. ¿Yo que se?
Todos los días pienso en no llamarte, no escribirte, en no saber nada de vos… y todos los días termino pensando en vos. O pensando en no pensar en vos, pero de una u otra forma estas siempre en mi cabeza.
Y yo que se que es lo mejor para mi, ¿vos sabes? 
Como si hubieran sacado numero, después de la bronca vino la tristeza que amenazaba con no terminar jamás, como la mala racha de exámenes o la mala suerte en el amor. Sentí un dolor que no puedo explicar, que fue como quedarme sin aire, como si quisiera respirar pero tuviera los pulmones bloqueados. Como si mi cuerpo se negara a recibir aire, como si quisiera morirse.
Cielo Latini

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