Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
miércoles, 17 de octubre de 2012
Ellos me enseñaron que empezar un poema es un acto peligroso, en el que se debe apostar la vida o no apostar nada, porque la nada es otra forma de escribir todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario