lunes, 29 de octubre de 2012

Y esa parte de ti que entre números se había escondido, ayer y hoy luce tan brillante, luce en mi boca y lleva la forma de una sonrisa.
Le pediría a Dios que todos los días, en las noches, por costumbre, lloviese... ¡Sí! Podría ser de las diez hasta la una, podría ser el tiempo en que con cada palabra hecha voz... tuya y mía, nos sintiésemos y entendiéramos que aunque quizá, al otro día haya un sin fin de quehaceres, en esos cinco minutos, soy tan tuyo sin estar a tu lado y eres tan mía que no se siente la distancia.
Es entonces que te escribo, porque soñarte y escribirte son las únicas forma de amanecer a tu lado, porque a ti, es mejor escribirte que borrarte, porque hace parte de tu esencia y la mía; nuestra esencia.

Mo

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