Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
A veces miro el mar, ese eterno movimiento, pero dos ojos son pocos para esa inmensidad y comprendo que estoy sola y paseo por el mundo y me doy cuenta de que dos piernas no bastan para recorrerlo todo...
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