Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
jueves, 8 de noviembre de 2012
Y hablando del mundo, nunca te he pedido que me traigas ni el cielo, ni el maldito planeta tierra, solo quería un puñetero punto geográfico donde poder encontrarte y donde poder perderme contigo.
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