Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado.
jueves, 17 de enero de 2013
Sintió que no podía resistir mas el rumor glacial de sus riñones y el aire de sus tripas y el miedo y el ansia atolondrada de huir y al mismo tiempo de quedarse para siempre en aquel silencio exasperado y aquella soledad espantosa.
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